domingo, 9 de abril de 2023

La Participación del Personal y el Desempeño de la Empresa

 

La participación del capital humano es un factor crítico en el éxito de cualquier empresa. Cuando los mismos están comprometidos, son más motivados, más productivos y más identificados con el logro los objetivos empresariales. Los trabajadores que se comprometen tienden a estar más enfocados en el cliente y brindan un mejor servicio, lo que finalmente lleva a un aumento de ingresos y rentabilidad. El talento humano que se identifica con su trabajo tiende a ofrecer un mayor esfuerzo, trabaja en equipo, busca ser más eficiente y productivo, además de sentir más satisfacción por la actividad laboral que realiza. Sin embargo, muchas organizaciones fallan en el cultivo de una cultura de participación de los colaboradores, lo que resulta en altas tasas de rotación, baja moral y un bajo rendimiento. Para maximizar el capital humano y lograr resultados óptimos, las empresas deben comprender la relación entre la participación de los empleados y el éxito empresarial. Por tanto, la participación activa de ellos es fundamental, debido a que reporta beneficios a las organizaciones. En tal sentido, se deben establecer estrategias o mecanismos prácticos para mejorar los niveles de participación en el lugar de trabajo.

La participación de los empleados se refiere a la disposición de los mismos para dedicar tiempo y energía a su trabajo y sentirse conectados emocionalmente con sus labores y su empresa. Cuando los trabajadores están comprometidos, están dispuestos a realizar un esfuerzo adicional para alcanzar los objetivos de del negocio. La participación del talento humano se relaciona con la satisfacción laboral y la retención de empleados. Los trabajadores que se identifican con la organización se encuentran más satisfechos con sus responsabilidades y son más propensos a permanecer en la institución por más tiempo. Uno de los principales problemas que enfrenta cualquier corporación es la rotación de personal que implica el riesgo de pérdidas económicas, así como de conocimiento y valiosa experiencia que tiende a afectar la estabilidad organizacional. Dicha realidad significa la necesidad de gestionar al capital humano con inteligencia, respeto y con la comprensión de que se trata de activos que se relacionan de forma directa con los resultados y desempeño del negocio. 

La participación activa de los empleados en la toma de decisiones de la empresa aumenta su compromiso y motivación, lo que se refleja en un mejor desempeño laboral. El involucrar a los trabajadores en la toma de decisiones es un factor clave para mejorar el apego y la motivación en el entorno laboral. Cuando los empleados tienen la oportunidad de expresar sus puntos de vista y opiniones, se sienten valorados y estiman que forman parte de las decisiones de la institución. Esto no solo incrementa su adhesión con la empresa, sino que además reforzar su desempeño laboral. De acuerdo con Robbins y Judge (2018), el hecho de incluir a los colaboradores en la toma de decisiones de la entidad tiene un impacto positivo en su gestión laboral. Los autores explican que la participación vigorosa de los colaboradores en las decisiones del negocio acrecienta su sentimiento de pertenencia y responsabilidad, lo que se traduce en una mayor motivación y compromiso. Esto, a su vez, fortalece la calidad de su trabajo y su productividad. La participación decidida del talento humano en la toma de decisiones de la compañía es un elemento esencial en el manejo del capital humano. Al estimular su participación en las acciones de la institución, se puede potenciar el apego y la identificación de los individuos, lo que, en última instancia, lleva a un desempeño laboral superior. Todo lo cual, redunda en mejores resultados para la firma. 

Por otra parte, la implementación de programas de capacitación y desarrollo de habilidades y competencias laborales, en los que los empleados tienen activa participación, puede mejorar el desempeño individual y grupal. La formación y el desarrollo son determinante para motivar la participación de los empleados. Los colaboradores que no reciben capacitación adecuada y oportunidades de desarrollo pueden sentirse estancados en su trabajo y en general, desmotivados. Es fundamental que las organizaciones brinden a sus trabajadores la oportunidad de aprender nuevas habilidades y avanzar en sus carreras a través de programas de capacitación y desarrollo. Esto es, en especial, una condición esencial para el éxito de cualquier institución moderna. En una era en la cual el conocimiento y las nuevas tecnologías se imponen en un entorno complejo, la educación del personal es un reto ineludible. Se necesita de individuos con suficiente preparación y capacidad, dispuesto a innovar y crear cosas nuevas o mejorar lo que existe. Todo ello exige de conocimientos actualizados que aumenta de modo constante. 

La comunicación transparente entre la dirección de la empresa y los empleados, así como la retroalimentación constante, son determinantes para propiciar la participación y mejorar el desempeño de los trabajadores. La comunicación y la realimentación son dos aspectos centrales en la gestión eficiente de los recursos humanos en cualquier empresa. La falta de transparencia y la ausencia de una comunicación efectiva entre la gerencia y los empleados pueden generar una cultura empresarial tóxica que afectará de un modo directo el desempeño de los trabajadores. Por ello, líderes efectivos se aseguran de establecer canales claros de comunicación y retroalimentación permanentes con el personal, para construir confianza y estimular la participación activa y constructiva. La comunicación fluida puede ayudar a la empresa a retener talentos valiosos, atraer nuevos trabajadores y mejorar el rendimiento colectivo. Al respecto, Warren Bennis (1994) argumenta que una cultura empresarial que promueve la transparencia y la comunicación verdadera puede impulsar la motivación y el sentido de pertenencia del personal, generando un efecto positivo en los resultados de la entidad. Es así, que la comunicación clara y la retroalimentación sostenida son un aspecto fundamental para promover la participación y mejorar el desempeño de los trabajadores en las organizaciones.

Las políticas de reconocimiento y recompensa por desempeño sobresaliente estimulan la participación y la mejora continua en los empleados, lo que a su vez mejora la productividad de la empresa. Es esencial que la organización considere a su talento humano, que los incentive y reconozca su valía como integrantes del negocio. Es que son ellos quienes con fuerza laboral generan las acciones necesarias para que ocurran las operaciones y se logran los objetivos organizacionales. Con su trabajo rutinario, experiencia, creatividad y empeño posibilitan que las cosas se hagan de acuerdo al plan. Por tanto, es justo tener presente esa realidad. Ello implica verlos más allá que meros recursos que solo prestan sus servicios por un salario. En la mayoría de los casos, el beneficio que esperan los colaboradores sobrepasa el interés económico. En común que los factores motivadores sean elementos intangibles que a veces las corporaciones dejan de lado. Por supuesto, contar con el estímulo de una buena remuneración es fundamental, pero si eso se acompaña con políticas de estímulos no salariales, el resultado tiende a ser más eficiente. 

La organización debe favorecer la participación de sus trabajadores en la vida del negocio. En tal sentido, debe propiciar la creación de espacios y mecanismos que permitan a sus trabajadores involucrarse en la mejora de los procesos y la innovación en la empresa. Esto puede contribuir a un mejor desempeño laboral y una mayor satisfacción en su trabajo. Cuando los empleados sienten que contribuyen al éxito de la entidad y que con ello se les reconoce de modo integral, tienden a incrementar su deseo de involucramiento, lo cual se traduce en un aumento de la motivación y esfuerzos superiores. Es una situación virtuosa en la que gana la corporación que observa mejores resultados, los clientes son atendidos con calidad y los colaboradores tienen la perspectiva que su trabajo se respecta, distingue y es importante. Es así, como el intento por parte del ente de estimular a que sus trabajadores participen como miembros cruciales de la institución reporta beneficios en el logro de sus objetivos. 

La inclusión de los empleados en la definición de objetivos y metas de la empresa y el seguimiento de su cumplimiento, les permite sentirse parte activa del éxito de la organización, lo que se refleja en un mejor desempeño. Según Robbins y Coulter (2018), es relevante que las empresas involucren a sus empleados en la definición de objetivos y metas, así como en el seguimiento de su cumplimiento. Al permitir que los empleados participen en este proceso, se crea un sentido de pertenencia y compromiso con la organización, lo que puede elevar significativamente su desempeño en el trabajo. Además, los empleados pueden aportar perspectivas valiosas y nuevas ideas para mejorar los procesos y alcanzar los objetivos de la empresa de manera más efectiva. Por lo tanto, la inclusión de los empleados en la definición de los objetivos y metas de la empresa puede generar un ambiente más colaborativo y eficiente, que resultará en un mayor éxito de la organización.

La participación en equipos de trabajo interdisciplinarios fomenta el desarrollo de habilidades interpersonales y la colaboración, lo que potencia el desempeño y la productividad en la empresa. Los equipos de trabajo interdisciplinarios han arrojado resultados positivos en términos de desarrollo de habilidades interpersonales y colaboración, lo que infinitamente mejora el desempeño y la productividad en la empresa. La colaboración entre diversas disciplinas permite que cada equipo de trabajo aporte diferentes perspectivas, lo que se traduce en una riqueza de conocimientos y experiencias valiosas para la toma de decisiones. Según Senge (2009), los equipos interdisciplinarios son fundamentales para la resolución de temas complejos, ya que el conocimiento y la comprensión de los problemas exigen de habilidades y destrezas que en muchas ocasiones un solo grupo no domina del todo y se deben apoyar en otros. Además, está comprobado que el trabajo en equipo fortalece la creatividad y la innovación. Por tanto, la colaboración en equipos interdisciplinarios es vital en la actualidad en los que la complejidad de los eventos y de las interrogantes que experimentan las empresas requiere de múltiples visiones para su solución.

La participación de los empleados en la evaluación del desempeño y el establecimiento de planes de mejora personalizados, puede aumentar la motivación y el apego con la empresa, lo tiende a impulsar su desempeño. De acuerdo con Robbins y Coulter (2018), la participación vigorosa de los trabajadores en la evaluación del desempeño y el diseño de planes de acción específicos, puede ser una herramienta eficaz para fomentar el compromiso de los empleados y potenciar su rendimiento. Es crucial que los colaboradores tengan claridad sobre los objetivos y las expectativas de la empresa en cuanto a su desempeño, y que se les brinde la oportunidad de dar su opinión y propuestas sobre cómo mejorar y alcanzar dichos objetivos. Esto puede actuar como un motivador intrínseco, haciendo que los individuos se sientan valorados y responsables de su propio éxito, lo que a su vez puede incrementar su dedicación a la organización. Por ello, es crucial que las corporaciones adopten un enfoque participativo en la evaluación del desempeño, en el que se involucre a los trabajadores de manera activa en el diseño de sus planes de fortalecimiento organizacional.

El uso de adecuados canales de participación y retroalimentación pueden permitir a los empleados expresar sus opiniones, sugerencias y preocupaciones, con lo cual se mejora la comunicación. Con ello se pueden prevenir conflictos, situación que contribuye a un mejor desempeño en la empresa. Para fortalecer la gestión del capital humano y prevenir conflictos en la organización, es decisivo utilizar canales eficientes. La comunicación efectiva entre trabajadores y gerentes es imprescindible para mantener un ambiente laboral saludable y productivo. Como menciona Robbins (2017), "la comunicación es el intercambio de información y comprensión entre dos o más personas" (p. 401). Esto implica no solo transmitir información, sino de modo adicional, escuchar las necesidades e inquietudes de los demás. Fomentar la comunicación y buscar el bienestar de los trabajadores puede prevenir conflictos y contribuir al buen desempeño de la entidad. Implementar canales de retroalimentación y propiciar que los empleados se sientan valorados en la organización puede generar una mayor motivación y compromiso en el trabajo.

La participación de los empleados en la definición de la cultura y los valores de la empresa, fomenta su identificación con la organización y su compromiso con su misión, lo que se refleja en un alto desempeño de cada uno de los empleados en su trabajo diario. Si la cultura de la entidad no promueve la participación de los empleados, ellos pueden sentirse desmotivados y desvinculados de sus labores. Es esencial que los líderes de la institución fomenten una cultura de participación de sus trabajadores y brinden a los mismos la oportunidad de contribuir y tener voz en la compañía.

En conclusión, es fundamental comprender la influencia que ejerce la participación del capital humano en el rendimiento y éxito de las empresas. La gerencia efectiva del talento humano desempeña un papel crucial en el desarrollo y crecimiento de cualquier organización, debido a que permite llevar a cabo una estrategia coherente en términos de selección, formación, motivación y retención del personal. En palabras de Bratton y Gold (2017), la gestión del talento organizacional supone "el proceso de contratar y desarrollar a los empleados para que se conviertan en activos valiosos para la organización" (p. 4). De esta manera, un adecuado manejo de los recursos humanos se traduce en un mayor compromiso y productividad de los empleados, una reducción en la tasa de rotación y ausentismo, y un aumento en la satisfacción y lealtad del cliente. Es por ello, que los líderes empresariales exitosos reconocen que el capital humano es uno de los activos más importantes de una empresa, y que la inversión en su desarrollo y participación es indispensable para lograr resultados empresariales sobresalientes.

Referencias

Bratton, J. y Gold, J. (2017). Administración de recursos humanos: teoría y práctica. 6ta ed. México: Mc Graw Hill.

Robbins, S. (2017). Comportamiento organizacional. 17a ed. Pearson Educación.

Robbins, S. y Coulter, M. (2018). Administración. 13ra edición. Pearson Educación.

Robbins, S. y Judge, T. (2018). Comportamiento organizacional. 13ra ed. Prentice Hall.

Warren Bennis (1994). On becoming a leader. Editorial Addison-Wesley.

Senge, P. (2009). La quinta disciplina. El arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje. Debolsillo.






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