miércoles, 26 de abril de 2023

El Comercio Internacional en el Entorno Global

 

La expresión “globalización” es un término, como lo refiere Eduardo Bassi (2006), al cual se le ofrece múltiples interpretaciones y que en la actualidad supone la explicación de muchas cosas, fenómenos o ejemplos. Como señala este autor, casi cualquier evento que ocurre en algún lugar del mundo se puede resumir como parte de un hecho global o producto o causa de la globalización. Ahora bien, siguiendo con el autor, en realidad la globalización significa un proceso de integración mundial que implica a sectores como las comunicaciones, economía, finanzas y en especial los negocios que han visto ampliar su marco de competencia, de lo local a lo internacional. Es un cambio que involucra a la sociedad y sus instituciones. Afecta tanto a los individuos, como al conjunto social del cual es miembro. En definitiva, la globalización es un proceso continuo que se basa en la interconexión de la economía mundial, el avance de la tecnología, en específico de las comunicaciones que permite intercambio masivo y casi sin límites de información, lo que produjo la homogeneización de la cultura global (Eduardo Bassi, 2006).

En las últimas décadas, la globalización, que fue producto de un proceso evolutivo o desarrollo histórico (Palomo Garrido, 2012), transformó de modo evidente el entorno internacional. El mismo fue impulsado por la liberalización del comercio, la digitalización, el flujo de capitales y la creciente interconexión de los mercados financieros (Eduardo Bassi, 2006). Es un fenómeno que se basa en la interrelación entre actores internacionales o empresas. Esto implica, según Palomo Garrido (2012), una interdependencia “que se ha desarrollado en el planeta en las últimas décadas gracias al desarrollo de las tecnologías de la comunicación” (p. 1). Mucho del origen de esta realidad mundial se debe al acelerado avance tecnológico, en especial el electrónico y digital, que vivió la sociedad a lo largo del siglo XX. Todo ello potenciado por la creación de redes como forma de contacto o comunicación de la sociedad moderna. Un modelo de intercambio que crea intrincados mecanismos de relaciones que traspasan las fronteras físicas tradicionales. 

Actualmente, las empresas deben competir en un mercado globalizado, donde las barreras nacionales son cada vez menos relevantes y la competencia se intensifica de modo permanente. La globalización crea nuevas oportunidades para la expansión de los negocios (Puerto Becerra, 2010), aunque al precio de competir en un medio ambiente siempre más complejo e impredecible. Sin lugar a duda, los avances tecnológicos y la eliminación de las trabas comerciales posibilitan a las empresas acceder con cierta facilidad a nuevos mercados y con ello diversificar su oferta. Esta realidad conduce a las organizaciones a aprovechar las posibilidades de desarrollar sus actividades como parte del comercio internacional o mundial. Este último, según González López et al. (s/f), es el que ocurre entre los distintos países, lo cual resulta del conjunto de intercambio comercial y económico que se dan en el mundo. Adicionalmente, el comercio exterior, como lo señalan estos autores, es integrante del anterior y es el que “se desarrolla entre un determinado y el resto de los países del mundo…” (p. 22). 

Es indudable que la globalización, como impulsor del comercio internacional, supone nuevos y mayores competidores (Calderón, 2022). Esta realidad significa un incremento de la presión para reducir costos, mejorar la eficiencia y la calidad de los productos y servicios. En este contexto, los gerentes de empresas internacionales deben tener con un conocimiento profundo de los mercados, los entornos políticos y las culturas locales en los que operan. Es vital que los dirigentes diseñen sus estrategias y modelos de negocio para abordar con eficacia las complejidades de un escenario mundial. Por tanto, es fundamental seguir desarrollando nuevas habilidades y competencias para enfrentar los desafíos que se presentan en el ambiente internacional en constante cambio.

Resulta evidente que el comercio internacional es un pilar fundamental de la economía global, que permite a las naciones la especialización en la producción de bienes y servicios más eficientes y competitivos para satisfacer las demandas del mercado nacional e internacional (Puerto Becerra, 2010). Además, este comercio contribuye en gran medida a la creación de empleo y aumento de inversiones, generando un mayor crecimiento económico (Calderón, 2022). A pesar de estos beneficios, existen diversas trabas comerciales como aranceles, cuotas de importación y barreras no arancelarias, entre otras, que limitan el flujo comercial entre países. Es esencial destacar que, la eliminación de estas limitantes se configura como una oportunidad para mejorar la eficiencia del comercio y la integración regional. En el presente, el comercio internacional se encuentra en constante evolución y expansión debido al creciente uso de las tecnologías de la información y la comunicación, así como la globalización de los mercados. Por consiguiente, el manejo del comercio externo se ha convertido en un área clave para las compañías, pero también para las economías en las que se encuentran. En tal sentido, se requiere comprender los conceptos teóricos, herramientas y técnicas necesarias para analizar, planificar y diseñar estrategias que atiendan ámbito comercial internacional que permitan competir en el mercado global.

En un medio globalizado, el comercio internacional es esencial para el desarrollo económico de los países (Coll Morales, 2018; Puerto Becerra, 2010). Así, su gestión eficiente es crucial para que las empresas puedan aprovechar las oportunidades que ofrece este entorno empresarial mundial. Desde el año 2020, se inició la pandemia por todos conocidos. Ella tuvo un impacto significativo en la economía global, debido a que causó recesiones en muchas naciones, la pérdida de empleos y la disminución del consumo en todo el mundo (Comisión Económica para América Latina y el Caribe-CEPAL, 2020). Los efectos de la pandemia pudieron ser distintos, según el sector y la región, lo que tuvo implicaciones para el comercio internacional. Esta crisis sanitaria planteó novedosos desafíos para las organizaciones que operaban tanto en mercados locales como extranjeros. Sin lugar a duda, esta situación dejó de manifiesto la necesidad de que las entidades se deben adaptar a los nuevos cambios en el mercado global y mejorar sus estrategias para crea valor en tiempos de crisis. En tal sentido, un desafío esencial para las compañías es mantener su posicionamiento competitivo en el mercado. Es imprescindible establecer medidas estratégicas que afiancen su productividad y flexibilidad operativa. En consecuencia, es conveniente diversificar sus redes de suministro y tener la capacidad de producir en diferentes lugares para poder sobrevivir en un escenario comercial incierto.

En general, la adaptabilidad y la capacidad de gestión de riesgos son clave para la supervivencia empresarial en estos tiempos de incertidumbre (Puerto Becerra, 2010). Los gerentes de empresa internacionales se deben preparar para establecer estrategias efectivas en un ámbito de comercio globalizado y en constante cambio. Los responsables de la gestión del comercio internacional deben conocer información de las últimas tendencias y herramientas a fin de proporcionar asesoramiento práctico y actual en el manejo de los negocios internacionales. Por ello, la administración eficiente del comercio internacional es crucial para el éxito empresarial en un entorno mundial. En virtud de dicha realidad, como señala Puerto Becerra (2010), es vital que los dirigentes de entidades que administran negocios internacionales se adapten a los cambios en el mercado mundial y aprovechen las oportunidades que allí se ofrece.

Por otra parte, en momentos donde la economía se encuentra en una situación adversa y en constante crisis, el papel del gobierno en el ámbito comercial y de las cadenas de suministro globales se vuelve vital. La comentada pandemia mundial mostró importantes impactos en la gestión comercial de empresas tanto nacionales como internacionales (CEPAL, 2020). Fue un efecto general en la economía global. Esa crisis originó alteración en la logística y distribución de bienes, así como la disminución en la demanda de los consumidores. En este contexto, y debido a ese aprendizaje, se hace fundamental que los gobiernos establezcan políticas comerciales adecuadas que busque proteger a los trabajadores y empresas del sector y estimular la recuperación económica. Ello sin caer en el proteccionismo excesivo que al final es contraproducente para quienes lo aplican. Siempre resulta recomendable, darle el debido protagonismo a políticas que se respalden en la libertad de mercado. Sin embargo, en tiempo de crisis y elevado riesgo, tomar acciones que permitan la supervivencia del aparato productivo será un acto racional que se debe evaluar con seriedad. 

Otro elemento relevante en el comercio internacional es la incorporación de tecnología y digitalización que ha supuesto un cambio transformador en el mundo corporativo, generando nuevas oportunidades de negocios en ámbito local y global. Hoy más que nunca, el comercio depende de las tecnologías digitales (Opertti, 2019). La crisis que causó la pandemia aceleró esa tendencia y reformuló la forma en que se llevan a cabo la gestión de los negocios a nivel mundial. Las transacciones virtuales se consolidaron como una herramienta vital para la administración empresarial, permitiendo competir en un marco global a pesar de las restricciones derivadas de la crisis sanitaria. La transformación digital es clave para una mayor eficiencia en los procesos de producción y distribución de bienes y servicios. Esta realidad continuará consolidándose en el futuro cercano, razón por la cual, los gestores se deben preparar y prestar atención a los movimientos que suceden en su área de competencia. Ello requiere contar con un monitoreo constante del ambiente, un control de las transformaciones sociales, además del gusto y necesidades de los consumidores nacionales y foráneos. 

Este cambio genera una dinámica transformación en la forma de realizar negocios, lo que supone un reto, pero también una oportunidad para fortalecer la gestión de comercio internacional. La adaptación a los cambios en el entorno global permite mejorar la competitividad en un mercado que sigue siendo clave para el crecimiento económico. Sin embargo, es fundamental tener la preparación suficiente para responder de manera eficaz ante las exigencias cada vez mayores de un medio ambiente de negocios inestable, lleno de desafíos y competencia multifacética. El manejo eficiente del comercio internacional es esencial para encontrar nuevas oportunidades y aprovecharlas al máximo. Entonces, los gobiernos deben promover las políticas comerciales adecuadas, que asuma la incorporación de tecnología y digitalización en el ámbito internacional. Ello es fundamental para lograr una mayor competencia en los procesos de producción y distribución de bienes y servicios, también para enfrentar los requerimientos y tareas que entraña la economía global. Con esto, se crean las condiciones necesarias para que los negocios internacionales sean una fuente de crecimiento económico de los países que entienden lo relevante de incentivar el sector externo de la economía.  

Es indudable que la globalización y la acelerada competencia entre empresas requieren que se asuman estrategias sólidas e innovadoras a fin de lograr el éxito en el mercado internacional. Se requiere que posean una visión global que permita observar en su conjunto los distintos de elementos que compone el comercio exterior (Puerto Becerra, 2010). En este contexto, el desarrollo de estrategias de mercados y comercio internacional se deben consolidar como herramientas fundamentales en la definición de objetivos y en la toma de decisiones empresariales. Sin embargo, en la actualidad, estas estrategias son más exigentes, pues deben adaptarse a un entorno de mayor complejidad, incierto y cambiante (Méndez Álvarez, 2019). Dentro de las estrategias más relevantes en el comercio internacional se destaca la segmentación de mercados y la búsqueda de nichos de mercados específicos. Actualmente, en un mundo tan diverso y heterogéneo como el presente, es crucial reconocer y atender las necesidades particulares de cada mercado y adaptar los productos o servicios para satisfacerlas. La identificación de segmentos de clientes permite a las entidades superar las barreras culturales y lingüísticas, establecer relaciones profundas con los consumidores y tener un mayor conocimiento de los competidores y de las tendencias del medio ambiente de negocios, lo que se traduce en una ventaja estratégica vital.

Otra estrategia clave para el comercio internacional es la innovación. La capacidad de innovar es la determinante para el crecimiento sostenible y la competitividad en el mercado global. A través de ella, las empresas pueden desarrollar productos o servicios únicos que los diferencien de la competencia y les permitan agregar valor a sus clientes. Además, esta cualidad innovadora puede mejorar la eficiencia operativa de la organización y reducir sus costos, lo que se concreta en ventajas significativas en términos de competitividad. Es indudable que para la gestión internacional es fundamental el uso de estrategias que posibilite la creación de una marca global. Para la gerencia es una actividad vital lograr diferenciarse de la competencia y lograr que los clientes reconozcan y elijan un producto o servicio dentro de una gran cantidad de opciones similares. Tener una marca de reconocimiento mundial permite a las firmas contar con una presencia cohesiva en todos los mercados en los que operan, lo que significa un mayor alcance, reconocimiento y consistencia. Este objetivo de marketing global implica trabajar con esfuerzo en la definición de una estrategia de marca internacional que tenga en cuenta las peculiaridades de los diversos mercados, que transmita una imagen coherente, sólida y diferenciada de la compañía en el ámbito externo.

Como es evidente, la toma de decisiones estratégicas en la gestión de negocios internacionales presenta inmensos desafíos y dificultades. Las empresas deben comprender los complejos mecanismos de los mercados externos, incluyendo los factores que impulsan el comercio y las regulaciones financieras que rigen sus diversas transacciones (Puerto Becerra, 2010). Además, deben tener en cuenta las complejas implicaciones políticas, económicas y culturales de participar en mercados extranjeros. Todo esto mientras equilibra los objetivos empresariales nacionales con los globales y toman en consideración la evaluación y administración del riesgo. La gestión del comercio global se sustenta en la interconexión que existe en el escenario de los negocios internacionales. Las organizaciones deben buscar nuevos mercados y modelos de negocio, como la venta en línea y la digitalización de los procesos comerciales. En este contexto, los encargados de la gestión de comercio internacional deben estar preparados para adaptarse a los cambios que surjan. En definitiva, para alcanzar el éxito en el mercado internacional, las empresas deben ser innovadoras y sólidas en sus estrategias comerciales. 

Para concluir, se debe tener en cuenta que la segmentación de mercados, la innovación y la marca global son elementos claves para lograr que las empresas tengan presencia en los mercados foráneos. Sin embargo, la gestión de negocios internacionales tiene sus propios retos, y las compañías se deben preparar para enfrentarlos. Por ejemplo, la pandemia dejó en evidencia la relevancia de saber adaptarse a los cambios y desafíos, pero también la necesidad de evaluar y administrar los riesgos que existen en los negocios internacionales. Los gerentes deben entender cómo ha cambiado el panorama comercial y adaptar sus estrategias y operaciones para satisfacer las demandas del mercado. Solo así podrán seguir creciendo y destacando en un ambiente tan cambiante y competitivo como el actual. Por tanto, atreverse a gestionar en un mundo global exige de personal con suficiente preparación, que conozcan bien el mercado que desean atender, sus costumbres, características, preferencias y cultura. En tal sentido, contar con una unidad especializada en el negocio internacional, con la sinergia necesaria para investigar el mercado y en constante monitoreo del mismo, es al menos el inicio de la búsqueda del éxito en el comercio que se lleva a cabo en el campo internacional.  

Referencias

Bassi, E. (2006). Globalización de negocios. Construyendo estrategias competitivas. Editorial Limusa, S.A. de C.V. 

Calderón, A. (24 de mayo de 2022). La Globalización y el Comercio internacional. Internacionalmente. https://www.internacionalmente.com/globalizacion/

Coll Morales, F. (27 de julio de 2018). El comercio internacional como motor de crecimiento. Forbes México. https://www.forbes.com.mx/el-comercio-internacional-como-motor-de-crecimiento/

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) (6 de agosto de 2020). Los efectos del COVID-19 en el comercio internacional y la logística. Informe Especial Covid-19. 6. 1-24. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45877/S2000497_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y

González López, I., Martínez Senra, A., Otero Neira, M. y González Vázquez, E. (s/f). Gestión de Comercio Exterior. Esic Editorial. 

Mendez Álvarez, C. (2019). Elementos para la relación entre cultura organizacional y estrategia. Universidad & Empresa, 21(37), 136-169. Doi: http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/empresa/a.7681

Opertti, F. (2 de abril de 2019). Globalización y digitalización del comercio. Banco Interamericano de Desarrollo (BID). https://blogs.iadb.org/integracion-comercio/es/globalizacion-digitalizacion-comercio/

Palomo Garrido, A. (2012). Apuntes teóricos para el estudio de la Globalización desde la perspectiva de las Relaciones Internacionales. CONfines de relaciones internacionales y ciencia política, 8(16), 69-109. Recuperado en 25 de abril de 2023, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-35692012000200004&lng=es&tlng=es.

Puerto Becerra, D. (2010). La globalización y el crecimiento empresarial a través de estrategias de internacionalización. Pensamiento y gestión, 28. Universidad del Norte, 171-195. ISSN 1657-6276

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