miércoles, 22 de julio de 2020

Qué Son Los Mapas de Riesgos



Los riesgos son parte de la gestión de la empresa y están presentes en cualquier actividad. Ellos se asocian al ambiente de incertidumbre en el cual se desenvuelve la institución. Los factores de riesgos son elementos inherentes al manejo cotidiano de la organización. Los mismos deben tratarse con el propósito de minimizar su impacto económico, para lograr con ello alcanzar los objetivos institucionales. Cada acción que se ejecuta, cada decisión que se toma, o se deja de tomar, lleva implícito una carga de incertidumbre. Nadie tiene la capacidad de prever que puede ocurrir en el futuro. Se pueden establecer criterios de previsión productos de la experiencia, modelos matemáticos o probabilísticos, pero todos están sujetos a cientos de factores incontrolables que hacen imposible tener la certeza de los eventos por ocurrir. Esta situación incrementa los riesgos que pueden afectar el logro de los objetivos, dependiendo del tipo, impacto y frecuencia de ocurrencia de esos riesgos.

Ante amenazas cada vez más numerosas y profundas a las cuales se enfrentan las empresas, surgen nuevos retos. Uno de ellos, es la gestión de sus riesgos, que son un conjunto de actividades conscientes, sistemáticas y anticipadas que realizan las empresas para mitigar sus efectos perniciosos. En tal sentido, el proceso de gestión de riesgo requiere de un conjunto de herramientas, dentro de las cuales se encuentran los mapas de riesgos.

El mapa de riesgos es un documento en el cual se presentan los distintos riesgos que puede afectar a una empresa (Menéndez et al, 2009), bien sea en sus procesos, procedimientos, actividades o tareas, visto como un todo o como caso de estudio particular. Al respecto, María Arévalo (2019) señala que el mapa de riesgo “es un instrumento que permite identificar los factores de riesgo que se pueden presentar dentro de una organización, además, brinda la posibilidad de que estos se puedan cuantificar, es decir clasificar en el daño que este podría causar” (s/p). Esta es una de las herramientas más útiles en el proceso de gestión de riesgo empresarial. Los mapas de riesgos hacen posible que la empresa identifique, evalúe y valoren aquellos riesgos que son cruciales mitigar para lograr sus objetivos. Con entorno cada vez más complejos, de mayor competencia, más globales y llenos de incertidumbres, el uso de los mapas de riesgos resultan imprescindibles para la adecuada comprensión de los eventos que tienen el potencial de afectar a la organización.

Los mapas de riesgo son una matriz en la cual se establecen los tipos de riesgos que puede enfrentar la empresa, la frecuencia e impacto de los mismos. Con esta información se puede generar jerarquías, seleccionar y gestionar aquellos riesgos que efectivamente son un peligro inminente para el logro del éxito de la institución. Con los mapas de riesgos se pueden analizar en detalle los eventos que ponen en peligro poder alcanzar los fines de la organización. Como se ha comentado, se debe tratar aquellos riesgos que justifican su seguimiento y control. Para ello puede ser utilizado el criterio costo beneficio. La gestión de determinados riesgos debe generar un beneficio superior al mitigarlo que el costo que implica su tratamiento. En tal sentido, la empresa debe generar criterios, políticas o normas que permitan tener claro este aspecto administrativo. Se debe evitar la discrecionalidad en el manejo de los riesgos.

El mapa de riesgo genera información relevante para la toma de decisión, necesaria para alcanzar los objetivos de la organización. Como menciona Margaret Rouse (s/f) este instrumento permite “mejorar la comprensión de una organización de su perfil y apetito de riesgos, aclarar el pensamiento sobre la naturaleza y el impacto de los riesgos, y mejorar el modelo de evaluación de riesgos de la organización” (s/p). Con esta matriz los gestores tienen la posibilidad de identificar la mayor parte de los peligros que afectan a la empresa, analizándolos en profundidad. Puede verificar el efecto de los riesgos, el impacto, frecuencia de ocurrencia y los costos que representan institución su materialización. Como es imposible, o tal vez antieconómico tratar todos los casos, se puede establecer un nivel de jerarquía de los distintos riesgos que afectan en un momento dado al organismo. De este listado son seleccionados aquellos riesgos que realmente ponen en peligro la estabilidad del ente o dificultan que logre sus objetivos. Con esto la empresa enfoca sus esfuerzos solo en los riesgos claves, lo cual es imprescindible para racionalizar las actividades de control que lleva consigo todo proceso de gestión de riesgo.

Los mapas de riesgos, también llamados como “mapas de calor” (Rouse, M), debido a que el efecto de los riesgos se presenta en una matriz con distintos colores, de acuerdo a la posibilidad de daño que cada uno pueda causar a los intereses de la empresa. Por ejemplo, un riesgo que tenga alta probabilidad de ocurrencia y su impacto o perjuicio sea elevado, puede representarse en el mapa con un color rojo, que figura como un riesgo de mucho calor, Asimismo, un riesgo de bajo impacto y poco recurrente, puede dársele un color azul, o cualquier otro que suponga baja temperatura. Generalmente, los mapas de riesgos se construyen con dos ejes, tal como se muestra en la figura, uno es el que representa el impacto y otro la probabilidad de ocurrencia.


Con el mapa de riesgo implantado como parte natural de la gestión de la empresa es posible generar cambios significativos en la cultura organizacional de la institución, con respecto al manejo de los riesgos y a la visión de control interno como elemento integrante de los procesos administrativos. La identificación, análisis y evaluación de los riesgos hace posible crear conciencia colectiva de la importancia de estos y del efecto negativo que ellos pueden tener sobre la estabilidad de la organización. Es un modo de colectivizar la preocupación ante los riesgos. Esto es de suma importancia en un ambiente en el cual la empresa debe tener factores claves de éxito para sobrevivir y competir. Por su parte, colocar en el foco de atención al control interno, es otro elemento crucial para el éxito de la institución. El control interno es parte de la gestión de riesgo y permite establecer las medidas y acciones que forman barreras a los errores y omisiones que pueden existir dentro de los procesos administrativos. Toda organización debe fortalecer el control interno y hacerla parte de su cultura institucional.


Una visión empresarial enfocada en la gestión de riesgo permite la revisión continua de los procesos. Fortalece la disciplina de la organización en cuanto al uso de los recursos de forma eficiente y coadyuva a la reflexión crítica y constante por parte de los integrantes de la organización con respecto a la importancia de su contribución al logro de los objetivos de la institución. Adicionalmente, permite el manejo integral del impacto y frecuencia que los riesgos pueden tener sobre el sistema de gestión, siendo posible con ello su fortalecimiento cuando sea necesario. Todo esto hace pertinente la mejora del sistema de control, contribuye a fortalecer la calidad de los procesos, la confiabilidad de la información y a crear las condiciones que permite que le empresa puede responder ante las exigencias del mercado. 

Referencia Bibliográficas


Arévalo, C. (10 de junio, 2019). Tres tipos de mapas de riesgo. [Block empresarial]. Recuperado de: https://www.riesgoscero.com/blog/tres-tipos-de-mapas-de-riesgo.

Menéndez, F., Fernández, F., Llanera, F., Vásquez, I., Rodríguez, J. & Espejo, M (2009). Formación superior en riesgos laborales. Parte obligatoria y común. 4ta ed. Valladolid-España: Lex Nova, S.A.

Rouse, M. (s/f). Mapa de riesgos (mapa de calor de riesgos). Recuperado de: https://searchdatacenter.techtarget.com/es/definicion/Mapa-de-riesgos-mapa-de-calor-de-riesgos.

DEL AUTOR

Licenciado en Administración de Empresa y Contador Público Colegiado (UJMV). Especialista en Finanzas de Empresa (USM) y en Gerencia Pública (UNIMET). Maestría en Gerencia de Empresarial y Especialista en Moneda e Instituciones Financiera (UCV-Pendiente de Trabajo de Grado). Diplomado en Investigación (UPEL). Ha realizado más de 60 cursos de formación Fue contralor municipal en el estado Miranda, cargo que ocupó por más de seis años. Se ha desempeñado como jefe de auditoría, jefe de administración y finanzas, director de administración y fue además, auditor

No hay comentarios:

Publicar un comentario