La Administración y su Método Científico

 

La administración es una profesión consolidada, que posee prácticas y funciones bien definidas. Ella, a su vez, es una ciencia. Es decir, que en la misma se aplica el método científico para generar su propio cuerpo de conocimiento. Esto explica su continua evolución, complejidad y adaptabilidad a los constantes cambios que ocurren en el entorno. Gracias a la aplicación del saber que de la administración se deriva, es posible explicar su desarrollo en el ámbito social y su contribución al aumento de la calidad de vida de la población. En virtud, de sus principios, teorías y aplicaciones, la ciencia administrativa apoya la creación de riqueza material, el incremento de la productividad y las mejoras sustanciales que en el último siglo experimentó el mundo de los negocios y sus participantes.

Desde la perspectiva positivista, el método científico, que fortalece a la administración, se sustenta en un conjunto de pasos o etapas. Vale decir, que las mismas distan de ser rígidas o lineales en su iteración. Es un proceso que pretende lograr dar respuesta a dudas, preguntas o problemas que se observan ocurren en la naturaleza o entorno social. Por su intermedio, se logra obtener conocimientos nuevos, que en términos generales, son útiles, o por lo menos, forma parte del acervo cultural de la humanidad. 

La aplicación del método científico se inicia con un evento, fenómeno o problema observable, sea que ello ocurre al interior o fuera de la organización. Es un hecho, suceso o situación que inquieta al investigador administrativo y que lo conduce a un estado de duda e incluso de perturbación. Tal vez, una problemática recurrente que le aviva su deseo de respuesta. Todo esto, lo lleva a preguntarse, el por qué, el cómo u otra interrogante que se asocia a lo que desconoce. Justamente, aquí yace la semilla de la investigación.

Esas preguntas llevan implícitas unos objetivos, una necesidad de lograr respuesta. Sin embargo, aquí es plausible formular una potencial explicación que se encontrará concebida en función a la experiencia, conocimientos o prejuicios del observador o investigador. Esta probable solución se conoce como hipótesis, que es una proposición que presume una posibilidad de explicar el evento, fenómeno o problema administrativo. Supone un conjunto de características, que se cree, posee el objeto de estudio. En esta instancia, se está en el campo de la especulación. 

Esa respuesta tentativa o hipótesis, se debe demostrar o, de ser el caso, rechazar, por ser falsa o inconsistente al contrastarse con la realidad. En esta instancia, el investigador, por medio de experimentos, pruebas, verificaciones, mediciones u otra forma de contraste o demostración, busca las evidencias que sustenten sus supuestos iniciales. Se trata de comprobar la veracidad de la hipótesis o su falla como manera de explicar la situación existente. 

El contraste de las hipótesis, permite obtener unos datos e información que se analizan y se evalúan para comprobar que tan acertadas son. Con ello, es factible tener respuestas, soluciones y el conocimiento necesario para llegar a conclusiones con respecto al evento, fenómeno o problema que impulsó la investigación. Si en repetidas ocasiones, se lleva a cabo las mismas comprobaciones, en condiciones similares, y la respuesta son comparables, es posible producir un saber generalizable que se conoce como teoría. 

Una teoría es un cuerpo de conocimiento que se puede generalizar para explicar determinados fenómenos, en condiciones particulares y circunstancias similares. Son respuestas recurrentes, pero que nunca se pueden tomar como absolutas e inmutables. Ello, debido a que pueden en algún momento demostrarse que son inconsistentes a la luz de nuevas investigaciones. Una teoría que perdure en el tiempo y supere su verificación continua pasa a convertirse en una ley. Sin embargo, en el campo de la ciencia administrativa esta condición es imposible por las características propias de la misma. Ella, se encuentra inmersa en el campo social, en la cual el ser humano es el centro de atención, y resulta de suma dificultad, encuadrarlo en parámetros rígidos y observaciones de carácter general con respecto a su comportamiento.

En conclusión, la administración se vale del método científico para generar su propio cuerpo de conocimiento que la convierte en una herramienta fundamental para el desarrollo de la calidad de vida de la sociedad. 

 

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