lunes, 23 de octubre de 2023

Los estados financieros presupuestado

 

De modo habitual, las organizaciones dentro de su gestión normal se deben plantear la ejecución de un proceso presupuestario que le permita efectuar la planificación y control de sus operaciones de forma eficiente. Para ello, deben prever sus niveles de ventas o ingreso, sus necesidades de materia prima, de mano de obra y de otros insumos requeridos para llevar a cabo su proceso productivo, esto en caso de empresas manufactureras. Para las entidades de servicios de igual manera deben pronosticar la cantidad de ingresos que esperan percibir por la prestación de sus servicios, así como los costos y gastos en los que debe incurrir para lograrlo. Adicionalmente, se requiere que presupuesten sus gastos administrativos, de mercadeo y de otros necesarios para mantener el negocio en marcha. Los presupuestos de operaciones confluyen y se integran en el “presupuesto de tesorería”, que alimenta a su vez el plan financiero, que son las estimaciones de lo que se debe invertir y de cuánto debe ser el financiamiento requerido. Al final todo esto permite la elaboración de los estados financieros proyectados o proformas. A este grupo presupuestario se le conoce como “presupuestos financieros”.



Los estados financieros presupuestados o estados financieros proformas, son herramientas fundamentales en la planificación financiera de una organización. Estos estados proporcionan una visión detallada de cómo se espera que se desarrollen las finanzas de la entidad en un período futuro determinado, generalmente de uno a cinco años. En estos se resumen los resultados finales que espera lograr una empresa en un periodo determinado, en función a la gestión económica y comercial que espera realizarse. Según Ross et. al. (2000), es un medio de fijación de metas de corto, mediano y largo plazo, que permite motivar a la organización y proporciona un marco de referencia que facilita medir el desempeño que se espera. Con respecto a este planteamiento, Gitman (2003) menciona, que “la planeación financiera es un aspecto importante de las operaciones de la empresa porque proporciona una guía para dirigir y controlar las acciones de la empresa para alcanzar sus objetivos” (p. 97). El estado de resultados presupuestado muestra las estimaciones de ingresos y gastos esperados durante un período determinado, permitiendo evaluar la rentabilidad futura de la firma. De modo común, se desglosa por áreas clave como ventas, costos de producción y gastos generales y administrativos.

Gracias a los estados proformas, es posible realizar una planificación y control de las utilidades. Es factible con los mismos evaluar anticipadamente cómo la gestión global de la organización impacta sobre los beneficios que se esperan lograr. Además, ofrece los lineamientos fundamentales para gestionar los cambios dentro de la corporación (Ross et. al., 2000). Por ejemplo, si los accionistas esperan lograr un 30% de rentabilidad, ellos por medio de la proyección de los estados financieros pueden tener una idea de que tan cerca estarán de alcanzar su meta de rentabilidad. En caso de ser insatisfactorio los resultados esperados, es factible realizar los análisis correspondientes y efectuar los ajustes que sean convenientes, siempre y cuando la realidad económica y de negocio lo permita.

Una de las características más destacadas de los estados financieros presupuestados es que están compuestos por estimaciones y proyecciones basadas en hipótesis realistas y fundamentadas. Estas previsiones se basan en datos históricos, investigaciones de mercado, análisis de tendencias y el conocimiento experto de los profesionales financieros. Al centrarse en el futuro, los estados financieros presupuestados brindan una guía para la toma de decisiones financieras y permiten evaluar la viabilidad de los planes de negocio. La estructura de los estados financieros presupuestados es similar al que presentan los estados financieros tradicionales, que incluyen el estado de resultados, el estado de situación financiera y el estado de flujos de efectivo. Ello es así, debido a que siguen la misma estructura formal, pero con la diferencia que su base son datos proyectados a partir de ciertas premisas, mientras que los otros se sustentan en cifras históricas reales que ocurrieron en su momento.

Es, por tanto, que el estado de situación financiera (ante balance general) presupuestado proporciona una instantánea de la situación financiera esperada de la empresa en un momento específico del tiempo. Incluye activos, pasivos y patrimonio neto proyectados. Este estado es vital para comprender la posición de la entidad en términos de solvencia y liquidez. El estado de flujos de efectivo presupuestado muestra las proyecciones de entradas y salidas de efectivo durante un período definido. Este posibilita evaluar la capacidad de la entidad para generar efectivo y cubrir sus necesidades operativas y de inversión. De igual modo, el estado de resultado proyectado indica los niveles de ingresos que se esperan lograr en el lapso dado, señalando los costos y gastos necesarios para que sucedan esos ingresos. Al final, informan cuál es la utilidad o ganancia que se estima obtener en la explotación del negocio.

Estos estados financieros presupuestados son de vital importancia para la gestión financiera de una empresa. Proporcionan una base sólida para la toma de decisiones estratégicas, lo que permite planificar el uso eficiente de los recursos financieros de la corporación. Los estados financieros presupuestados son instrumentos esenciales en la identificación y corrección de posibles desviaciones o problemas financieros antes de que ocurran. Como señala Ross et. al. (2000), ellos permiten precisar las oportunidades de inversión de la entidad puede aprovechar. Posibilitan determinar, a priori, el grado de apalancamiento que requiere el negocio, así como su estructura de capital. Todo, esto a su vez, fija el costo de capital que puede tener el negocio. Además, facilita las previsiones de la gestión financiera de corto plazo, tales como tesorería, manejo de inventarios, cuenta y efectos por cobrar y pagar. Es decir, indica de antemano los aspectos claves en cuanto a la administración del capital de trabajo, del ciclo del efectivo y del operativo.

La planificación financiera traducida en los estados financieros proformas, permite evaluar escenarios, en los cuales se responden las preguntas estratégicas de “qué pasa si”, lo que hace posible la toma de decisión oportuna, racional y coherente. ¿Qué pasa si se aumenta los precios de venta?, ¿cómo ello impacta la utilidad de la empresa?; ¿cómo afecta la demanda de los productos?; ¿cómo incide los niveles de compras?; ¿cuánto efectivo requiere utilizarse?, entre otras interrogantes.

De igual modo, con el manejo de los estados financieros proformas es factible efectuar los análisis financieros tradicionales, evaluando los niveles de liquidez, de endeudamiento, de gestión y de resultados. Con estas proyecciones se pueden verificar la posición financiera de la empresa, sus necesidades de financiamiento, su sanidad financiera y su sostenibilidad económica. En fin, los estados financieros proyectados permiten tener una idea aproximada de cuáles son las posibilidades que posee la institución para cumplir con sus objetivos, siendo posible tomar decisiones que permitan ajustar situaciones que atentan contra los planes estratégicos de la organización. Además, los estados financieros presupuestados sirven como un punto de referencia para evaluar el desempeño real de la firma. Al comparar los resultados reales con las proyecciones presupuestadas, se pueden identificar áreas de mejoras y realizar ajustes en la planificación financiera para lograr los objetivos establecidos.

La utilidad de los estados financieros proformas en el proceso de formulación de presupuesto, radica en el hecho de que a través de estos es posible evaluar de antemano los resultados finales que se esperan de la firma. Son un medio para estimar potenciales logros o escenarios que permiten pensar en esas realidades probables, aunque inciertas. Esto se transforma en una práctica gerencial fundamental para ser proactivos, en lugar de reactivos. Adicionalmente, preparan a los tomadores de decisiones para estar listos antes determinadas circunstancias que pueden poner en riesgo a la corporación. Con estas proyecciones se justifica efectuar los análisis de sensibilidad, responder preguntas del tipo “que pasa sí”, que son forma de plantearse hipótesis y buscar soluciones anticipadas. Con esto se posibilita generar información que coadyuvan a decidir los asuntos de manera racional.

Los estados financieros presupuestados, como instrumentos confluyentes del resto de los presupuestos, permiten verificar sí las decisiones tomadas en cuanto a los niveles de actividad son acordes con el plan global de la organización, o con las exigencias del mercado o, en última instancia, con los accionistas o principales de la empresa. Los estados financieros presupuestados son documentos esenciales en la gestión financiera de una entidad. Proporcionan una visión clara y detallada de cómo se espera que se desarrollen las finanzas de la firma en el futuro, lo que permite una planificación estratégica y una toma de decisiones fundamentada. Estos estados son una herramienta esencial para evaluar el rendimiento financiero y corregir posibles desviaciones en el camino hacia el éxito empresarial.

En resumen, los estados financieros proformas, revisten especial relevancia para la planificación y control de las empresas. Por medio de ellos, las mismas puede expresar en términos monetarios los planes de corto plazo, que a su vez responde a los de largo plazo, que se conocen como “planes estratégicos”. Existe un presupuesto general, llamado presupuesto maestro, en el cual confluyen todos los demás, que conforman un sistema presupuestario. El presupuesto de venta es inicial, del cual parten todos los demás. De él surgen el presupuesto de producción, el de compra, de mano de obras y de los gastos indirectos de fabricación, en caso de empresas manufactureras. Asimismo, los antes mencionados alimentan a los presupuestos financieros, entre ellos el presupuesto de tesorería, en el cual se estiman las entradas y salidas de recursos monetarios durante el periodo presupuestario. Todas estas estimaciones culminan con la realización de los estados financieros proyectados o proformas.

Referencias

Gitman, L. (2003). Principios de administración financiera. 10ma. ed. Pearson Educación.

Ross, S.; Westerfield, R. y Jaffe, J. (2000). Finanzas corporativas. 5ta ed. McGraw-Hill Interamericana, S.A. de C.V.


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