lunes, 3 de marzo de 2025

La Seguridad Laboral en la Empresa


En las organizaciones laboran seres humanos que idealmente deben prestar sus servicios con el menor riesgo laboral posible. Es decir, se espera que el ámbito de trabajo sea seguro, sano e higiénico, el cual carezca de factores externos que pongan en peligro su integridad física o psicológica. Sin embargo, este estado deseado es difícil de lograr en la vida real. Siempre existen situaciones peligrosas o eventos indeseables que pueden suceder a pesar de que se tomen todas las medidas pertinentes. No obstante, ante dicha realidad se debe mostrar una actitud proactiva en materia de seguridad, higiene industrial, riesgos y protección del ambiente laboral. 

Ahora bien, ¿cuál es la naturaleza y papel de la seguridad y la salud en la empresa? Para Mondy (2010) la seguridad laboral se trata de las acciones que toma la organización para proteger a sus empleados de lesiones originadas por accidentes que se relacionen con las actividades laborales. La seguridad tiene vinculación con eventos que generen tensión recurrente en los trabajadores y violencia que ocurra en el lugar de trabajo o en la propia familia que afecte el rendimiento de los mismos. Este autor comenta que la salud se refiere al interés de que el talento humano de la empresa se mantenga libre de enfermedades físicas y emocionales.

Las organizaciones deben ofrecer a sus trabajadores un medio laboral adecuado. Ello significa un lugar con higiene y que sea seguro. Con respecto a la definición de higiene, Chiavenato (2009) señala que son las condiciones ambientales del trabajo que ofrece las garantías necesarias para contar con salud física y mental, además de herramientas que aseguren el bienestar del talento humano. Los espacios físicos deben generar lugares libres de agentes tóxicos como el humo del tabaco, ruidos molestos, aire contaminado, temperatura inadecuada, humedad, deficiente iluminación, equipos de trabajo con defectos, entre otros aspectos. El respeto, buen trato y cuidado de las circunstancias psicológicas y sociológicas saludables forman parte de la protección que se debe lograr en los centros de producción. Este mismo autor afirma que la higiene laboral contribuye a mantener un marco de producción saludable y relativamente seguro. Por tanto, la higiene laboral hace referencia al “conjunto de normas y procedimientos que buscan proteger la integridad física y mental del trabajador, resguardándolo de los riesgos de salud inherentes a las tareas de su puesto y al entorno físico donde las desempeña” (Chiavenato, 2009, p.475). Con esto se pretende que el talento humano de la institución cuente con un clima de trabajo saludable e higiénico. Todo lo cual redundará en mayor productividad, protección, reducción de costos y beneficios para los distintos involucrados.

Al respecto, en Venezuela, resulta una obligación legal del patrono que realice las acciones pertinentes para generar seguridad, higiene industrial, minimizar riesgos y proteger el medio del ambiente laboral. Es una actitud de prevención que debe mantener en todo momento. Para González et al (2003), la seguridad laboral es un área de prevención de riesgo organizacional que gestiona y controla las actividades de los trabajadores en su entorno productivo en función con las tareas que desempeñan, en cómo manipulan las máquinas, utensilios, herramientas y demás elementos que les pueden ser útiles para cumplir con su cometido. Todo ellos con el fin de disminuir las incidencias que afecten su propio ser y pongan en peligro el logro de los objetivos institucionales. Esta existe debido a que los empleadores son los responsables de ofrecer a sus dependientes espacios de trabajo libres de situaciones peligrosas que incrementen la probabilidad de muertes o daños físicos serios (Mondy, 2010).

Los accidentes laborales, en términos generales, ocurren por políticas, normas y decisiones que se toman en la empresa de modo incorrecto que tienen relación con la administración de la seguridad, los factores personales y ambientales (Mondy, 2010). En tal sentido, las entidades de trabajo deben diseñar e instaurar adecuados programas en materia de seguridad, higiene industrial, riesgos y protección del ambiente que permita la minimización de los peligros que puede afectar la integridad de sus trabajadores.

Con el ánimo de prevención sería necesario tomar algunas medidas. En primera instancia, el riesgo se debería analizar a través del origen que lo produce. El control va desde el simple ajuste o mantenimiento de una maquinaria, hasta la sustitución de la tecnología y la implantación de una nueva que mejoren las situaciones de riesgo. Segundo, ejercer un seguimiento y verificación sobre el medio que facilite el aislamiento de la fuente que produce el riesgo, trato especial del trabajador expuesto al riesgo y eliminación los elementos peligrosos que conlleva el mismo. De igual modo, resulta conveniente asumir medidas organizativas de gestión laboral consistente en la limitación de la jornada de trabajo o en la rotación del personal de aquellas áreas en la cual existen los riesgos, cuyos niveles sean significativos.

Toda previsión que se tome debe buscar suprimir las condiciones de trabajo inseguras. Los distintos diseños de programa de seguridad buscan desarrollar y mantener un ambiente laboral físicamente seguro, como lo afirma con acierto Mondy (2010). El área física se convierte en un foco de atención fundamental para la prevención para evitar accidentes. Por tanto, se requiere que el patrono planifique los programas de seguridad como forma de prevención. En tal sentido, debe realizar un adecuado análisis de riesgo laboral “que es proceso de pasos múltiples, diseñados para estudiar y analizar una tarea o trabajo, y después dividir dicha tarea en aquellos pasos que permitan eliminar los riesgos asociados” (Mondy, 2010, p. 344,). Dicho estudio que origina información clave se debe plasmar de modo detallado en un documento escrito, para su posterior uso como medio de recomendaciones.

Junto con los programas de seguridad laboral, el patrono pudiera tomar un grupo detallado de previsiones como las que siguen: se debe instruir al personal con el propósito de crear conciencia de la relevancia de la seguridad en el trabajo. En tal sentido, siguiendo a Chiavenato (2009), se deben generar señalizaciones, recurrir a charlas periódicas que traten los temas de seguridad, folletos referentes a aspectos críticos, desarrollo de mapas de riesgos y otras acciones informativas y de formación. Es imprescindible capacitar a los trabajadores en todos sus niveles por medio de cursos con los cuales entrenen habilidades de seguridad y que se enfoquen en la prevención como forma de actuar en la rutina diaria. Se tiene que aplicar la ingeniería especializada en el área que sea pertinente, lo cual implica asesorarse con experto en el campo. Al mismo tiempo, es esencial el uso de inteligencia de riesgos que hagan posible ubicar áreas, zonas y tareas peligrosas en función a su intensidad e impacto. Esta estrategia se debe acompañar con la inspección periódica y los informes de dicha actividad. Otro aspecto elemental es la entrega de equipos de protección individual. Es un gasto obligatorio que debe realizar la corporación. Las recomendaciones anteriores deben acompañarse con el constante refuerzo de la obligatoriedad del cumplimiento de las normas y reglas de seguridad.

Para fortalecer los aspectos que se relacionan con la materia de seguridad, higiene industrial, riesgos y protección del ambiente, se debería tomar un conjunto de acciones que permitan lograr los objetivos que de ella emana. Dentro de ellas:

• Identificar los riesgos potenciales de las distintas acciones laborales.

• Se debe evaluar los riesgos laborales de las actividades, productos y servicios existentes o previstos de la organización.

• Resulta fundamental investigar, analizar y registrar las consecuencias de incidentes, accidentes y posibles situaciones de emergencia.

• Se tiene que identificar los requisitos reglamentarios que apliquen, en función de los riesgos a los que esté expuesto el personal.

• Es esencial posibilitar la identificación de prioridades y la definición de los consiguientes objetivos y metas preventivas. (Norma Venezolana COVENIN, 4004:2000).

Aunado a lo anterior, otras acciones que se puede recomendar son, por ejemplo, son la identificación y documentación de las condiciones de trabajo que existen en la empresa y que se relacionan con su ámbito laboral que pudieran afectar la seguridad y salud en el trabajo. Luego es fundamental evaluar los niveles de inseguridad del entorno de trabajo, por lo cual se debería mantener un registro actualizado de los mismos. Con ello es posible establecer controles de los distintos elementos inseguros detectados, priorizando la gestión de las fuentes u origen de los eventos peligrosos que hallan en la empresa. Atender las causas es una acción imprescindible para el éxito en cuanto al fortalecimiento de la seguridad, higiene industrial, riesgos y protección del ambiente.

Referencias

Chiavenato, I. (2009). Gestión del talento humano. 3era ed. México: McGraw-Hill/Interamericana Editores, S.A. de C.V.

González, A., Mateo, P. y González, D. (2003). Manual para la prevención de riesgos laborales. Madrid: Fundación Confemetal.

Mondy, R. Wayne (2010). Administración de recursos humanos. 11va ed. México: Pearson Educación de México, S.A. de C.V.

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