La Norma Internacional de Contabilidad 2 (NIC 2) establece los principios para el tratamiento contable, reconocimiento y medición de los inventarios.
Los inventarios son los activos propiedad de la empresa que se tienen para venderlo en el curso normal de las operaciones con el propósito obtener ingresos. También son las materias primas, los productos en proceso o terminados que tiene como propósito su venta. Se le agregan los materiales o suministros que se consumirán en la etapa de producción o en la prestación de servicios. Menciona la NIC 2, que entre los inventarios también se incluyen los bienes que se compran y almacenan para su reventa. Ejemplo de ellos son las mercaderías adquiridas por un minorista para su posterior venta a sus clientes. De forma adicional, agrega los terrenos u otras propiedades de inversión que se tienen para su venta a terceros.
Dicha norma expresa que los inventarios se deben medir al menor valor entre el costo y el valor neto realizable. Asimismo, el costo de los inventarios incluye todos los costos de adquisición, transformación y otros costos incurridos para darles su condición y ubicación actuales. En este sentido, los costos de adquisición comprenderán el precio de compra, los aranceles de importación y otros impuestos que no sean recuperables de manera directa de las autoridades fiscales. Se incluyen las erogaciones por concepto de transporte, manejo y otros costos atribuibles de modo directo a la adquisición de la mercancía, materiales y servicios. Los descuentos comerciales, las rebajas y otras partidas similares se deducirán para determinar el costo de adquisición.
Con respecto a los costos de transformación de los inventarios, estos comprenden aquellos costos que se relacionan de forma directa con las unidades de producción, tales como la mano de obra directa. También comprenderán una distribución sistemática de los costos indirectos de producción, variables o fijos, en los que se haya incurrido para transformar las materias primas en productos terminados. Los costos indirectos fijos de producción son los que permanecen relativamente constantes, con independencia del volumen de producción, tales como la depreciación y mantenimiento de los edificios y equipos de la fábrica y los activos por derecho de uso que se utilizan en el proceso de producción, así como el costo de gestión y administración de la planta. Son costos indirectos variables de producción los que fluctúan de manera directa, o casi de forma directa, con el volumen de producción que se obtiene, tales como los materiales y la mano de obra indirecta.
Asimismo, menciona la norma que se pueden asumir otros costos siempre que se hubiera incurrido en ellos para dar a los inventarios su condición y ubicación actuales. Por ejemplo, es posible incluir como costo de los inventarios algunos costos indirectos no derivados de la producción, o los costos del diseño de productos para clientes específicos.
Esta norma permite utilizar los métodos PEPS, que significa primera entrada, primera salida, o el Costo Promedio Ponderado para asignar el costo a los inventarios.
La norma en referencia señala que el valor neto realizable es el precio estimado de venta de un activo en el curso normal u ordinario de la operación, menos los costos estimados para terminar su producción y los demás inherentes al proceso de venta. Ello significa que la entidad debe precisar el precio de venta de los inventarios en el periodo normal de operaciones. Luego, se requiere determinar todos los costos en lo que se debe incurrir para concluir la transformación de esos inventarios. Asimismo, debe evaluar todos los costos necesarios para efectuar la venta de lo que produjo, no solo los costos incrementales. Entonces, debe restar los costos previos calculados al precio de venta inicial para lograr el estimado del valor neto realizable. Es fundamental que la entidad evalúe el valor neto realizable al final de cada periodo y reconozca las rebajas de valor cuando el costo de los inventarios exceda su valor neto realizable. Además, si las circunstancias que causaron la rebaja dejan de existir, se debe revertir la rebaja hasta el menor entre el costo y el nuevo valor neto realizable revisado.
Por otro lado, para la determinación del valor neto realizable también se puede requerir una reducción en el valor en libros de los inventarios cuando se dañen o se vuelvan parcial o totalmente obsoletos. Esta circunstancia puede implicar una reducción en el precio de venta por condiciones adversa del mercado o que se aumente los costos para terminar el producto y prepararlo para la venta. En tal sentido, se requiere que cada entidad, para medir el valor neto realizable, ejecute estimaciones con respecto a los costos y precios de ventas que espera lograr.
Señala la norma que para realizar la estimación del valor neto realizable se debe emplear la información más confiable de la que se disponga al momento de efectuar la determinación del cálculo. Dicha valoración debe considerar las fluctuaciones de precios o costos que se relacionan de forma directa con los hechos posteriores al cierre, siempre y cuando, los mismos confirmen las condiciones existentes al final del periodo.
Es conveniente señalar que la empresa debe valerse de su juicio para determinar qué costos son esenciales para realizar la venta. Para ello, debe considerar los hechos y circunstancias específicas, incluida la naturaleza de los inventarios. Así, algunos ejemplos de costos que podrían ser necesarios son los de distribución, comisiones de venta, entre otros.
Por su parte, cuando los inventarios se vendan, el importe en libros se reconocerá como un gasto en el periodo en que se registren los correspondientes ingresos. De igual forma se reconocerán como gastos las rebajas de valor de los inventarios hasta su valor neto realizable. Señala la norma que el costo de cualquier rebaja de valor, así como todas las demás pérdidas en los inventarios, será reconocido en el periodo en que ocurra la rebaja o la pérdida. El instrumento normativo agrega que cualquier cambio de la rebaja de valor que resulte de un incremento en el valor neto realizable se reconocerá como una reducción en el valor de los inventarios que se reconozcan como gasto en el periodo en que la recuperación del valor se produzca.
La NIC 2 requiere revelar en los estados financieros las políticas contables que utiliza la empresa para medir sus inventarios. Ello incluye la fórmula del costo que se haya empleado. Se debe mostrar a los usuarios de la información financiera el importe total de los inventarios, así como los montos parciales, de acuerdo con la clasificación apropiada de la entidad. Asimismo, resulta obligatorio señalar el importe en libros de las existencias que se llevan a valor razonable menos los costos de venta. Debe indicarse el importe de los inventarios reconocido como gasto durante el periodo. También el importe de las rebajas de valor de los inventarios que se ha reconocido como gasto del ejercicio contable. Resulta necesario informar el importe de las reversiones en las rebajas de valor anteriores, que se reconocen como una reducción en la cuantía del gasto por inventarios en el periodo. Adicionalmente, es imprescindible revelar las circunstancias o eventos que hayan producido la reversión de las rebajas de valor. Por último, señala la norma que se debe declarar el importe en libros de los inventarios pignorados en garantía del cumplimiento de deudas. En fin, se debe facilitar toda información que sea relevante en cuanto al manejo de los inventarios.
En resumen, la NIC 2 proporciona un marco contable integral para el tratamiento de los inventarios, asegurando que se reflejen en los estados financieros a su valor neto realizable.
Referencia
NORMA INTERNACIONAL DE CONTABILIDAD 2 INVENTARIOS
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