domingo, 11 de junio de 2023

Relevancia de la Gestión Financiera Empresarial

 

La administración financiera empresarial es clave para garantizar la solidez y viabilidad de cualquier empresa. Es vital que los gestores financieros sean capaces de identificar y medir los riesgos del negocio. Además, deben contar con una sólida planificación y gestión del flujo de caja, así como la correcta determinación y análisis de costos. Es necesario que adopten una pertinente estrategia de inversión de los fondos excedentarios. De igual modo, un racional uso del endeudamiento y una apropiada evaluación financiera, serán herramientas fundamentales para el éxito de cualquier entidad. La gerencia de las finanzas de la organización es esencial porque facilita tomar decisiones relevantes sobre cómo financiar proyectos, qué inversiones realizar y cómo manejar la incertidumbre del entorno. Sin un buen uso de sus habilidades financieras, una firma podría encontrarse en una posición de tener que hacer recortes drásticos o incluso cerrar sus operaciones. Además, el manejo financiero también ayuda a establecer objetivos y metas claras para la organización, tanto para el corto como a largo plazo. Esto permite que la misma sea más efectiva para asumir riesgos y aumenta su capacidad para adaptarse a los cambios del entorno. 

Por otra parte, es conveniente destacar que la gestión financiera juega un papel clave en la utilización de los recursos del negocio. El manejo efectivo de los mismos puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso de la organización. La administración financiera posibilita a las empresas planificar sus flujos de caja, gestionar su deuda, y asegurarse de que los fondos estén disponibles en el momento preciso. Se pretende que se optimicen los fondos financieros, lo cual implica la maximización de su rendimiento. Sin un buen uso de los recursos, una corporación podría encontrarse con dificultades para hacer frente a los pagos de sus compromisos, los servicios públicos o incluso los salarios de sus empleados. Una racional gestión financiera también coadyuva a la institución a generar, mantener y fortalecer sólidas relaciones con sus inversionistas y accionistas. Si ellos perciben que el negocio tiene una deficiente gerencia financiera o que no se está gestionando de modo inteligentes sus activos, es probable que retiren su apoyo y se vayan a otras alternativas de inversión. 

Como parte fundamental de la gestión financiera se encuentra el proceso de planificación. Es indispensable dentro del conjunto de actividades que se desarrollan, establecer los objetivos, las metas y las estrategias que posibiliten alcanzar lo que pretende la organización, tanto en el corto, mediano y largo plazo. En tal sentido, el área de negocios encargada del manejo de los recursos monetarios debe ser celosa con respecto al cumplimiento de esta tarea. Deben actuar en función a la visión y misión que posibilite agregar valor y contribuya a la supervivencia de la corporación.

De igual manera, es necesario que toda empresa tome decisiones financieras de forma constante. Esto es parte de la función de los gerentes. No obstante, no solo se trata de ello, sino de decidir de un modo correcto y estratégico. El manejo financiero efectivo supone alinear las metas de las finanzas de la organización con sus objetivos y visión de largo plazo, lo cual puede incrementar la probabilidad de que la misma tenga éxito en el futuro. La gestión financiera tiene un impacto directo en la rentabilidad y supervivencia de la firma. Por tanto, planificar sus finanzas, implantar acciones en función a esa planificación, realizar los seguimientos pertinentes y tomar las medidas correctivas que se necesiten son elementos fundamentales para cualquier compañía. 

Con una buena gestión financiera, una empresa puede aumentar su rentabilidad, debido al incremento de su capacidad para competir en el mercado, lo cual le asegura su viabilidad a largo plazo. Es así, que una eficiente gestión financiera es relevante para garantizar la solidez y factibilidad de cualquier entidad. Esta posibilita a la firma a tomar decisiones acertadas, a administrar de manera correcta sus recursos, a establecer objetivos claros y a mantener relaciones sólidas con quienes se relacionan con la compañía. Es indudable, que la administración de las finanzas corporativas también tiene un impacto directo en su facultad para competir en el mercado. El contar con los recursos monetarios necesarios, suficientes y en el momento oportuno, además, con un costo de capital adecuado, es un factor imprescindible para la posibilidad de supervivencia, crecimiento y desarrollo de la organización, más en un entorno complejo, dinámico y de alta competencia. Todo ello, amalgamado con la existencia de un personal preparado y con experiencia para el manejo de los recursos de un modo racional. 

Un elemento determinante en la gestión exitosa es la correcta identificación y análisis de los riesgos financieros inherentes a la empresa. Es vital para llevar a cabo una gerencia coherente y efectiva de las finanzas de una compañía, identificar y medir los riesgos y oportunidades financieras. Para lograr una administración eficiente de los fondos de la entidad, se exige una apropiada gerencia de los riesgos financieros que se presentan. Esto permitirá considerar cuáles son las amenazas que representan esos riesgos para la estabilidad de la organización y cuáles pueden ser las oportunidades relevantes que existen en el mercado. La comprensión de los riesgos financieros es vital para la toma de decisiones, lo que posibilita a los directivos de la entidad ajustar sus políticas financieras y estrategias corporativas. En este sentido, resulta imprescindible contar con herramientas y sistemas de análisis de riesgos financieros, que permitan realizar una evaluación pertinente de las amenazas y oportunidades del mercado financiero y así, adaptar las políticas y estrategias de la entidad de manera efectiva. 

Cualquier ente que pretenda permanecer en el mercado debe poner su máxima atención a la gestión de su flujo de caja. Ello implica la necesidad de una rigurosa planificación y gestión del mismo. Esto permite a las compañías conocer con un grado de certeza aceptable el nivel de sus ingresos y gastos en un momento dado, controlar con todo esto los riesgos que se relacionan a la falta de liquidez y, en consecuencia, mejorar la toma de decisiones. En esta instancia contar con un área de tesorería es esencial. En tal sentido, los negocios deben diseñar estrategias financieras pertinentes que involucre el manejo de sus ciclos operativos y de efectivo, que tomen en consideración sus cuentas por cobrar y por pagar, el ajuste de presupuestos o la reducción de costos, entre otros aspectos. En definitiva, resulta primordial para los administradores de empresas considerar el control del flujo de caja en sus estrategias financieras para asegurar la salud y continuidad del negocio. 

Por otro lado, el control financiero es crucial en la gestión de la empresa. La constante evaluación del desempeño económico del negocio debe ser una actividad operativa a la cual se le debe prestar suficiente atención. El manejo de indicadores resulta relevante en esta etapa del proceso. De igual forma, contar con los estados financieros actualizados, disponibles en todo momento, es otro elemento significativo como medio para obtener información que posibilite el seguimiento del área financiera. Es indudable, que mantener un criterio de control eficiente permite tomar las medidas necesarias cuando ello corresponda. Además, que este mecanismo de verificación aporta la posibilidad de reconocer áreas de mejoras dentro de la organización.

La gestión financiera empresarial debe fortalecer la competitividad de la corporación en el mercado. Ello, por medio de la adaptación a los cambios económicos y financieros que se impone en un entorno complejo, dinámico y lleno de incertidumbre. Esto es fundamental para la supervivencia del negocio. En tal sentido, se necesita del uso eficiente de los recursos, lo cual implica la maximización de los beneficios que ellos pueden ofrecer. La obtención de fondos en condiciones razonables es una tarea esencial, así como el manejo inteligente de lo que ingresa a la firma producto de su función comercial. A esto se le suma, las decisiones que se tomen con respecto a las utilidades, las políticas de dividendos, las formas de endeudamientos, los mecanismos de inversión, entre otras. En fin, cada opción que asuma el área financiera debe contar con la perspectiva de creación de valor y el aumento de la competitividad de la compañía.

En conclusión, la relevancia de la gestión financiera empresarial radica en que la misma es el medio que posibilita el manejo eficiente de los recursos monetarios que necesita la organización para tener posibilidades de éxito. El cuánto dinero se requiere, cómo se obtendrá, de dónde, a qué costo y cómo se gestionará para que exista rentabilidad lo responde la administración financiera. Sin embargo, la gestión financiera es una actividad compleja que se sustenta en el profundo conocimiento del negocio. Ello supone una adecuada gestión de la tesorería y el fortalecimiento de esta como centro de creación de valor. En fin, la gerencia financiera es un factor clave de éxito y, por tanto, se debe prestar la mayor atención a esta habilidad fundamental en las organizaciones modernas. 

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