Las acciones que cotizan en el mercado de valores muestran diferentes comportamientos de acuerdo con sus propias características. Existen diversos indicadores para medir los movimientos, condiciones y peculiaridades de esos instrumentos de inversión que se negocian en el mercado de capitales. Uno de ellos es el valor beta (β). Dicha variable permite medir la respuesta del valor de una acción con respecto a un índice de mercado que sirve como referencia. Es en realidad un parámetro de sensibilidad de riesgo de una acción con respecto al mercado en el cual se cotiza. Como explican Brun y Moreno (2008), El beta es un coeficiente que mide la sensibilidad de la rentabilidad de un activo financiero con respecto a la variación de la rentabilidad de un índice de mercado. Dicho indicador se calcula con la siguiente fórmula:
En donde:
β = Es el coeficiente beta del activo i;
Cov (Ri;Rm) = es la
covarianza de los rendimientos del activo financiero (Ri) y del mercado (Rm).
σ2M = Es la varianza del
índice de mercado “M”.
Es conveniente aclarar que la covarianza es una medida estadística que permite
determinar qué tipo de relación existen entre dos variables. Esto es, cómo
varía el comportamiento de una con respecto a la otra. Estos movimientos
conjuntos pueden ser positivo, negativo o independientes. Si el resultado es
positivo, es decir, mayor que cero, se dice que una variable se mueve en la
misma dirección que la otra. Si una sube, por ejemplo, de precio, la otra
también. Sin baja una, la otra le sigue en la caída. Cuando la covarianza es
negativa (menor que cero), ocurren movimientos contrarios. Al subir una, la
otra baja y viceversa. Por su parte, si extrañamente resulta que la covarianza
es igual a cero, no existirá ninguna relación o coincidencia en los movimientos
de ambas variables. Ahora bien, para entender la aplicación de la anterior expresión
matemática se utilizará un pequeño ejemplo:
La acción de Apple se cotiza en el mercado de
valores norteamericano conocido como Nasdaq 100; sin embargo, su comportamiento
bursátil también se registra en el índice financiero S&P 500, el cual se tomará como representativo,
debido a que el mismo representa a casi el 80% de los valores que se cotizan en
el mercado norteamericano. Dicho índice de mercado se midió desde el 01 de
agosto de 2004 el 01 de julio de 2020, periodo en el que mostró un rendimiento promedio
del 0,5686% mensual. La desviación estándar de ese índice en el lapso indicado
fue del 4,2143%% y su varianza del 0,1776%. Asimismo,
la acción de Apple (APPL) logró en el mismo periodo un rendimiento promedio
mensual del 2,77%, una desviación estándar del 9,64% y una varianza de 0,93%.
La covarianza (Rapple;Rm) fue del 0,002178271 Con
estos datos se puede calcular el valor beta. El resultado fue:
Entonces:
La acción de Apple obtuvo una beta de 1,2264. Ello indica que existe una relación
directa o sensibilidad positiva entre el comportamiento del mercado y la acción
en referencia. En teoría, si el mercado muestra un comportamiento favorable, la
acción responde en su rendimiento un 22,64% superior. Pero si el mercado cae
por algún hecho importante, el activo financiero sufrirá un perjuicio aún mayor
que el mostrado por el propio mercado. Como es de esperarse en este caso, la
acción de Apple, que tuvo un rendimiento promedio superior al del mercado, aunque
también posee mayor riesgo, cuando se mide a través de su desviación estándar o
su varianza. Con ello se cumple una de las premisas fundamentales de las
Finanzas: “mayor riesgo requiere mayor rendimiento”.
Ahora bien. Se observa que entre el índice del mercado
y la acción de Apple existe una covarianza positiva, al igual que el beta.
Pero, ¿cuán directa es esa correlación? Para responder a esta pregunta se debe
utilizar el índice o coeficiente de correlación (ρ),
que mide en qué porcentaje una variable se relaciona con otra. Para su cálculo
se utiliza la siguiente fórmula:
En donde:
ρ es el coeficiente de correlación.
Cov (i,j) es la covarianza de los activos “i” y “j”
σi y σj son las desviaciones
estándar de los activos “i” y “J”.
Este coeficiente de correlación
presenta dos extremos y va desde -1 hasta 1, siendo su punto medio 0. Es decir,
si un activo financiero tiene una correlación perfectamente positiva con el
mercado u otro activo, su coeficiente será de 1. Si, por el contrario, muestra
una correlación perfectamente negativa, su resultado será de -1. Pero si no
existe ninguna relación entre los activos, el coeficiente será 0. Por supuesto,
estos resultados son los extremos. En realidad, las correlaciones ocurren a lo
largo de esta línea. Es muy poco probable que ciertamente existan pares de
activos financieros cuyos coeficientes de correlación sea exactamente 1 o -1.
Generalmente, se encuentran en puntos intermedios. En el siguiente gráfico se
muestra el comportamiento teórico de los extremos antes señalados. Sin un par
de activos financieros, tiene una correlación perfecta igual a 1, todas sus
cotizaciones o movimientos caería dentro de la línea de la primera
representación del gráfico. No existiría ningún tipo de ajuste de la recta. Por
el contrario, si fuese totalmente negativo, es decir -1, la tercera
representación explicaría perfectamente ese comportamiento. Obviamente, el
gráfico intermedio representa cuando los activos carecen de correlación. Se
debe aclarar, para evitar confusiones, que a lo largo de este párrafo se habla
de par de activos, pero puede ser también de un activo financiero y el índice
del mercado en el cual se negocia dicho instrumento de valor.
Para el caso de la correlación de Apple y del mercado en el cual se cotiza esta acción, el coeficiente de correlación es el siguiente:
Este resultado permite inferir que existe una
correlación directa positiva entre Apple y su mercado del 53,64%, la cual
resulta bastante significativa, si se tiene en cuenta que la posibilidad máxima
es del 100%.
Cuando se grafica la serie de datos históricos,
tanto de la evolución de la rentabilidad de la acción de Apple, como del
mercado en el cual se cotiza, en la hoja de cálculo Excel se obtiene el
resultado, se muestra luego. En dicho gráfico se puede constatar una nube de
puntos que desde ya demuestra que existe una correlación positiva distinta de
uno (1). Al estimar de forma automática la línea de tendencia lineal, así como
su R2 y su ecuación de ajuste, se pueden constatar par de cosas
interesante.
El R2 es del 0,2878. Para transformarlo en coeficiente de correlación R (ρ) se debe calcula su raíz cuadrada. Al hacerlo se obtiene 0,536469943 (la diferencia en los números finales se debe a problemas de redondeo de los datos), que es el valor del coeficiente de correlación que se calculó anteriormente. Con respecto a la ecuación que ajusta los datos, se verifica que el coeficiente que acompaña a la variable “X” es 1,2265, que además de ser la pendiente de la recta, es el beta (β) calculado previamente. Con los resultados que arroja la hoja de cálculo, se comprueba la validez de la información obtenida mediante la aplicación de las distintas fórmulas señaladas.
¿Qué tan acertado fueron los
resultados que se obtuvo con respecto a la realidad de la acción de Apple? Al
verificar en la página web que se muestra enseguida, con fecha de consulta del
día 16 de agosto de 2020, se puede constatar la coincidencia del valor beta
obtenido previamente, con la información ofrecida por Yahoo Finance, en la que
se observa un valor beta de 1,23. Por tanto, las técnicas de cálculo que se
utiliza en el presente artículo, que son de aceptación general, tiene la
validez y consistencia suficiente para arrojar información útil para el logro
del objetivo de determinar el valor beta de un conjunto de acciones
seleccionadas.
El beta de la empresa Apple que se calculó en el presente artículo utilizando las fórmulas previamente señaladas coinciden plenamente con el valor real de ese indicador en el mercado. Esto demuestra la validez del manejo de esas herramientas matemática, que cualquier inversionista puede utilizar para sacar provecho de la información que existe en el mercado.
Bibliografía
Brun, X. y Moreno, M. (2008). Análisis y selección de inversiones en mercado financieros.
Eficiencia de los mercados, teoría de carteras, asignación de activos y
definición de políticas de inversión. Bresca Editorial, S.L.
Del Autor:
Contactar: 0412-264 46 60jrandradeleon@hotmail.com
jrandradeleon@gmail.com
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