viernes, 22 de octubre de 2021

Importancia de la capacitación laboral para las organizaciones

 

La administración del talento humano cada día se convierte en un elemento indispensable para alcanzar los objetivos organizacionales. En este sentido, al considerar el factor humano un componente esencial para la organización, es necesario desarrollar mecanismos capaces de reconocer, acompañar y orientar su progreso laboral. En tal situación, ejecutar cabalmente las distintas funciones de la gestión de personal redundará positivamente en la calidad de vida organizacional, en un clima de trabajo de mayor satisfacción y en una cultura corporativa más fuerte y sana. Todo ello se traduce en mayores niveles de productividad y mejor desempeño institucional. Ante un entorno en constante cambio, dinámico y exigente la organización y en especial sus integrantes deben tener la capacidad de adaptarse y cambiar en función a los movimientos del mercado. Destrezas, habilidades y competencias quedan obsoletas frente a las nuevas realidades que ocurren en el medio ambiente externo. Novedosas tecnologías, transformaciones culturales de la sociedad, contextos disruptivos y nuevos modo de relacionarse en sociedad requieren de cambios profundos de paradigmas. A tal efecto, cobra singular relevancia los procesos de formación, capacitación y desarrollo que permitan a los trabajadores desaprender y al mismo tiempo aprender y adquirir métodos, herramientas e instrumentos que le faciliten y le preparen para enfrentar los complejos escenarios descritos y los hagan más productivos.

Afirma Marriaga et al. (2016) que la función de la capacitación que desarrolla cualquier área de recursos humanos de las organizaciones es clave para el éxito de la administración de personal. Ellos comentan que se justifica la necesidad de la existencia de políticas que traspasen lo individual e institucional y requiera la incorporación del ser, el saber y el ejecutar. Lo que se busca con la formación de los trabajadores es preparar a los mismos para que hagan lo que tiene que realizar con las condiciones y exigencia que espera la institución. Entonces, la capacitación debe visualizarse como una palanca que potencia el desarrollo de los colaboradores, de la propia empresa y que impacta incluso a la sociedad (Marriaga et al., 2016). Es en resumen fundamental para todos los involucrados. El sujeto potencia en su desempeño y agrega valor a su ser; la organización logra incrementar su productividad y mejora sus resultados y la sociedad cuenta con bienes y servicios de mayor calidad o cantidad que permite atender sus necesidades. Al final, de un modo agregado esto se refleja en la riqueza colectiva: trabajadores mejor capacitados se traducen en corporaciones más sólidas y todas en conjunto fortalecen la economía de un país.