martes, 29 de septiembre de 2020

¿Por Qué la Política?

¿POR QUÉ LA POLÍTICA? PORQUE SOMOS IMPERFECTOS Y SOMOS GREGARIOS, INELUDIBLEMENTE NOS GUSTA VIVIR EN GRUPO, EN SOCIEDAD.

La política existe para gestionar dos características de los seres humanos: somos gregarios, y además somos imperfectos. En efecto, la convivencia humana ocurre por medio de la conformación de grupos sociales en los cual existen múltiples intereses que en muchos casos derivan en conflictos de diferentes tipos, niveles e importancia. Dichos conflictos se deben dirimir dentro del marco del bienestar colectivo, la civilidad y el sistema jurídico establecido, siendo el medio idóneo para ello la Política. 

Por su parte, al ser imperfectos nuestras acciones pueden generar resultados indeseados, incorrectos o inapropiados, cargado de errores y fallas que pueden afectar tanto al individuo como al colectivo. Siendo así, la Política pretende ser el mecanismo por el cual los actores sociales tienden a hacer las cosas moralmente válidas, ello implica la necesidad de la existencia de fuerzas externas que propicien el orden que haga posible la convivencia. La Política busca el equilibrio de dos polos: La lucha y el orden. En virtud de la Política es posible la coexistencia social en equilibrio sustentable. Es imposible vivir en eternos conflictos, aunque tampoco se puede existir un constante orden. Tanto la lucha, como los conflictos son inherentes al ser humano. Sin embargo, a lo largo de la historia la sociedad en su conjunto intenta limitar ese sentido de enfrentamiento natural, buscando una situación de orden o equilibrio que permita la convivencia en una relativa paz. Lucha versus entendimiento; orden contra anarquía, son estados sociales producto de las propias imperfecciones de los seres humanos. 

Existen múltiples factores que resultan caldo de cultivo de los conflictos sociales, generadores de luchas, enfrentamientos y conflictos. Algunos de ellos son: clases sociales, la cultura y religión, las ideas y la defensa de las mismas, la geografía, la población y el dominio de los recursos naturales. Son muchos los elementos que contribuyen a la existencia de los conflictos sociales los cuales atentos contra el orden y la paz que hace factible la convivencia. Una sociedad que convive con conflictos y enfrentamientos constante, en la cual resulta muy difícil el entendimiento, la negociación y el acuerdo está condenada a fracasar. Solo puede existir crecimiento, avance y desarrollo en el marco de la paz. En este objetivo la Política juega un rol fundamental. 

La búsqueda del poder genera constante episodios de lucha, lo cual es un impulsor constante de conflictos. Pocos realmente pueden alcanzar el poder, sin embargo son muchos más que lo desean. Unos pocos pueden mandar y muchos otros deben obedecer. Ese es el juego de la política. El deseo de obtener poder es inherente a la naturaleza humana, en la cual existen individuos cuyo objetivo es alcanzar y desarrollar ese poder. El poder político debe permitir el logro del orden social, teniendo, además una doble característica, por una parte es un hecho de dominio y por otro lo es de gestión.

El poder político en su condición de dominio se basa en la fuerza, que se traduce en capacidad de coerción para generar el orden social. Desde su condición de gestión, este poder se asocia a las funciones de gobierno que deben acarrear soluciones de problemas sociales. Esto implica responder la pregunta de qué hace el gobierno, que no es otra cosa que políticas públicas. Es importante resaltar, que el poder que emana del contrato social, distinto a la fuerza pura, es objeto de la exigencia de resultado y soluciones. A quienes ostentan el poder originado de la fuerza pura no ofrecen soluciones a la sociedad y no se les puede exigir ello.

Ahora bien, el poder requiere de un elemento fundamental para su mantenimiento: la legitimidad. Ella se genera del consentimiento, es decir de su aceptación, tanto por los hechos, como del Derecho. La legitimidad puede ser de tipo dinástica, teológica y más modernamente democrática. Sea cual fuere el origen, indudablemente que ese consentimiento colectivo, esa aceptación general de entregar el poder a otro para su ejercicio pleno, es fundamental para el mantenimiento de la paz y el orden social. Un gobierno ilegítimo tiene pocas posibilidades de éxito. Su estabilidad se sustentará más en el uso de la fuerza que en el manejo del entendimiento social. 

En democracia el poder no es un atributo personal, es una responsabilidad. No es inherente a la persona, sino a las instituciones que el funcionario representa. El poder del presidente de la República, no le pertenece como individuo, lo ostenta por mandato del cargo que desempeña. Al abandonar el cargo, deja de tener poder. Todo ello significa, que el poder pasa de lo personal a lo institucional. Cuando quienes usan ese poder, se desvían de este principio democrático, tienden a caer en el campo de la fuerza. 

Entonces, el porqué de la política se explica por la propia naturaleza humana. La política y la sociedad están unidas de forma indisoluble. Una hace posible la viabilidad de la otra. La política amalgama a la sociedad, le ofrece la base de sustento que le permite el orden, la paz y el manejo la distribución del poder de acuerdo a sus propios intereses. Cualquier sociedad que cultive el antivalor de la política se encuentra en el continuo de riesgo de caer en la anarquía y el uso inmoral del poder.  



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