La pregunta bien formulada marca el éxito, o no, de cualquier investigación. En ella se encuentra el embrión de lo que se pretende alcanzar, del conocimiento que se desea obtener. Una pregunta mal formulada, poco clara o equivocada, puede condenar al fracaso a cualquier trabajo de investigación. Por tanto, preste mucha atención y especial cuidado en esta fase de su trabajo. No es poca su importancia. El resto, es historia.